En 1977, el genocida Emilio Massera instó a no seguir el ejemplo de los jóvenes “...que se inician en el rock y derivan en la guerrilla...”. Malvinas legitimó el género y desató una polémica aún no terminada.
En el mes de noviembre de 1977, en un discurso ofrecido en la Universidad del Salvador, el entonces almirante Emilio Massera instó a no seguir el ejemplo de los jóvenes “que se inician en el rock y derivan en la guerrilla”. El genocida expresaba de esta manera lo que la dictadura pensaba acerca del género, invisibilizado desde el 24 de marzo de 1976.
Era una época en la que se hacía prevalecer la música nacional que el gobierno de facto consideraba que no alteraba los valores que este necesitaba imponer.
Una enorme cantidad de artistas y canciones formaban parte de las listas negras que recorrían los escritorios de las emisoras de radio y televisión.
El rock estaba absolutamente silenciado en estos medios, hasta que el 2 de abril de 1982, el entonces presidente de facto, general Leopoldo Galtieri, decide desembarcar en las Islas Malvinas e iniciar un conflicto bélico cuyas heridas permanecen abiertas hasta el presente.
Ante la decisión de no permitir la difusión de canciones interpretadas en inglés, las radios se vieron en la obligación de apelar a toda la discografía cantada en castellano.
Es por este motivo que los musicalizadores comenzaron a sacar a relucir los discos de rock argentino que, hasta ese entonces, estaban juntando polvo en los anaqueles de las radios.
Ante esta “legitimación” los artistas tuvieron posiciones contradictorias ya que, por un lado la mayoría no acordaba con la dictadura, pero por el otro se sentían identificados con los jóvenes que eran enviados a luchar en Malvinas.
En mayo de 1982 se realizó en el Luna Park el primer festival a beneficio de los soldados en Malvinas en el que participaron artistas de diferentes géneros, a excepción de los de rock.
Por iniciativa de Oscar López, Daniel Grinbank y Pity Irruñigarro, productores de varios artistas de nuestro rock, el 16 de mayo de 1982 se realizó en el estadio de Obras Sanitarias el Festival de la Solidaridad Latinoamericana. La idea del mismo era recolectar ropa y alimentos para los soldados que estaban combatiendo en Malvinas.
El festival, al que asistieron más de 60 mil personas, comenzó a las 17 y fue transmitido en directo por Canal 9 y dos radios, FM Del Plata y FM Rivadavia.
Participaron Miguel Cantilo, Luis Alberto Spinetta, Litto Nebbia, Ricardo Soulé con Edelmiro Molinari, Dúo Fantasía, Cantilo-Durietz, Dulces 16 con Pappo, Rubén Rada, Oscar Moro con Beto Satragni, Tantor, Charly García, David Lebón, Raúl Porchetto, León Gieco, Nito Mestre y Antonio Tarragó Ros.
Varios de los artistas participantes del evento se encargaron de remarcar que este festival era en apoyo a los soldados y, sobre todo, a la paz.
De todos modos, a tres décadas de su realización, las opiniones siguen siendo contradictorias. Según Litto Nebbia: “…afirmar que nosotros fuimos colaboracionistas en ese momento es una canallada. Todo el mundo lo vivió como una manera de estar con los pibes. La idea era poder juntar algo para mandarles a los chicos....”
Varios de los músicos participantes, como Spinetta, Cantilo o García, coincidieron con esta idea.
A pesar del festival, la dictadura no logró cooptar ni domesticar al rock. “Sólo le pido a Dios” de Gieco y “Reina madre” de Raúl Porchetto quedan en la memoria como retrato musical y testimonio de aquella insensata guerra.
(Tiempo Argentino 01/04/2012)
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